Song: Broken Horse by Freelance Whales.

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7 am correr. Debí haberme levantado antes, el sol ya estaba insufrible e insoportable.

¿10.67 km en 40 minutos? Creo que el GPS se volvió loco, o estoy listo para las olimpiadas.

Botella de agua, ducha, las maletas. Nos fuimos a desayunar mientras platicábamos sobre el Rey de Tailandia. Arturo había visto un documental la noche anterior mientras a mí me destrozaban el cuerpo en el masaje.

– Cuéntame más sobre el tiempo que pasó el rey en los Estados Unidos.
– No me acuerdo, en esa parte me estaba quedando súper jetón.

Nos fuimos a un bar a la orilla de la playa para matar el tiempo. A la 1pm había reservado otro masaje Thai y uno de pies. Dos horas de trepidación muscular.

– Dos Changs por favor.
– Y un platito de esos cacahuatitos.

Arturo me acompañó a la entrada de los masajes, y luego se fue al Starbucks a leer cuentos de García Márquez mientras esperaba.

Hoy hubo reivindicación para la reflexología Thai. Tam, el masajista, me dio la bienvenida y me invitó a pasar.

– Por favor con cariño. Le dije – un eufemismo para «no me pulverices a codazos furibundos».

Durante la sesión platicábamos de varias cosas. Había vivido un tiempo en Bangkok para aprender su profesión.

– Antes hacía Muai Thai, ahora Masaje Thai. Mejor.

También le pregunté sobre su religión. Claramente, Budista.

– Los musulmanes dicen «no comas puerco», «no tengas perros», «no esto, no aquello». El budismo te enseña simplemente «da algo bueno y recibirás algo bueno; has algo malo y te pasará algo malo».

Y sobre su trabajo y su familia.

– Trabajo 7 días a la semana, sólo un día de descanso al mes. Vivo con mis papás, mi esposa y mi hijo pequeño. Los abuelos cuidan al bebé.

El masaje completo, fantástico. Llegué al Starbucks flotando, muy relajado,como si mi cuerpo fuese menos denso que el aire, y trajera en los pies pantuflas de nube.

– ¿Qué tal el masaje?
– Creo que estoy enamorado.

Pizza de blue cheese y magnum de chocolate belga. A las 5.10pm shuttle al aeropuerto. 6.20pm check-in y registro de equipaje.

– AirAsia es mi aerolínea económica favorita.

Dos horas de espera para el despegue. Estamos aburridos. Nos colgamos del Wifi de una tiendita de refrescos.

Vuelo a Chiang Mai. Nuestra amiga va a recogernos en su scooter.

– ¿Vamos a la casa o a beber a un bar?

Llegamos a The Bus Bar, lugar con atmósfeta increíble y gente de todos lados del mundo. Chelas y Whiskey.

A Delphine teníamos 10 años de no verla, la conocimos en Avignon ya hace mucho. Ella no ha cambiado, luce idéntica.

– Delphine sigue igualita, ya es asiática, parecerá joven hasta los 80 años.

Del resto de la noche, no les cuento, porque ni me acuerdo.