Song: Clair de Lune by Claude Debussy.

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Mañana húmeda. No ha dejado de llover y al parecer continuará así por los próximos dos días.

Mercado de flores. Delphine invitó amigos a su casa esta tarde, para que cada quien construya su Loi Krathong.

Se huelen los colores: morado, blanco, amarillo de las flores. El perfume es casi perceptible a la vista. Sinestesia floral.

Pasamos a rentar otro scooter para las últimas 24 horas en Chiang Mai; uno que pudiéramos entregar cerca de la estación de autobuses. Y luego fuimos a otro de los restaurantes favoritos de Delphine. Los mejores noodles con curry, pollo y verdura, en caldo, con más noodles fritos encima.

– Le puede echar un poquito más de Noodles por favor.

De regreso a la casa. Nuestra nieve de coco de rigor.

La gente empezó a llegar a la casa de Delphine. Todos los materiales ya estaban sobre la mesa de trabajo. Un auténtico taller artesanal.

Se usa una rebanada de tronco de plátano como base, porque flota naturalmente. Después se le adhieren hojas de plátano. Para embellecer el Loi Krathong se utilizan flores de diferentes tipos y colores. Y se concluye colocando una vela y varitas de incienso en la parte superior.

A las 6 de la tarde nos fuimos al centro en caravana de scooters. A las 7 comenzó el desfile en Thapae Gate, con carros alegóricos iluminados por luces de neón, y un continuum de alegorías y representaciones folklóricas.

El desfile se extendía por la Thapae Road, hasta atravesar el puente Nawarat, para dirigirse finalmente a las oficinas municipales.

Una marea de gente inundaba las calles y los templos. La luz omnipresente provenía de todas partes, de los faroles, de las velas, de las luces de neón, y de las linternas flotantes que irrumpían en el cielo, medusas de fuego.

Después petardos y fuegos artificiales desde el puente Nawarat. Bombardeo al cielo de colores, cuasi beligerante, y el trueno sórdido de explosiones controladas de pólvora y luz. Contemplación pirotécnica. Siempre asombrosa.

Llegó el momento de liberar nuestro Lao Krathong en el río. Inclinarse y apoyarse sobre las rodillas, y darle un empujoncito de vida. El significado es una dialéctica entre alejar las penas y atraer los buenos deseos.

– Mi deseo es que no se hunda mi Krathong al tocar el agua.
– Si se hunde me cago de la risa.

Abrazos con Delphine, en un cuasi adiós, con pop thai en vivo como música de fondo.

– Merçi beaucoup Delph.
– Nos vemos en 10 años.